Tierra, plástico, tapetes, árboles, bolsas, unicel, agua… todo conviviendo en el mismo espacio.

Nosotros como habitantes de la Ciudad de México, una de las megalópolis más grandes del mundo, tenemos una gran responsabilidad en cuanto a los residuos que se generan al interior de la ciudad. Toda la basura que generamos día a día y sacamos de nuestras casas, desaparece de nuestra realidad cercana más no del plantea.  Tristemente las áreas naturales y en particular los océanos se han convertido al pasar los años en los vertederos designados de todo aquello que llamamos basura. Las ciudades son en gran medida responsables sobre las graves afectaciones sobre ecosistemas terrestres y marinos a nivel nacional.

El pasado sábado 8 de junio, en el día mundial de los océanos, Plastic Oceans México junto con Ríos Limpios, A.C., realizó una limpieza de la Presa del Capulín en la Herradura, Ciudad de México. Éste es un espacio sumamente contaminado ya que además de que fluyen aguas negras a través de él, contiene cantidades significativas de todo tipo de desechos. En otras ocasiones los mismos vecinos de la herradura han presentado quejas y preocupación por la contaminación y el riesgo sanitario que representa.

Limpieza de la presa de Capulín

Limpieza de la presa de Capulín

La Presa del Capulín capta las aguas negras de la Herradura, mismas que posteriormente al igual que muchos drenajes del mundo terminan desembocando en nuestros océanos. Por ello todos los desechos que se encuentran aquí tarde o temprano serán arrastrados por el ciclo natural del agua hacia el mar. Por esta razón una limpieza en este punto específico fue sumamente significativo y simbólico para conmemorar el día mundial de los océanos. Buscamos crear conciencia sobre aquellas áreas dentro de las ciudades, que a pesar de estar alejadas de las zonas costeras, tienen una grave afectación sobre el medio marino.

Comenzada la limpieza fue realmente impactante percatarnos de la cantidad de basura que pudimos encontrar, que solamente fue en una superficie delimitada de la presa. Es escalofriante pensar en todo lo que podríamos  encontrar en el resto del lugar. Esto nos motivó a realmente hace un esfuerzo y recolectar la mayor cantidad de desechos posibles. Logramos encontrar desde muebles viejos, hasta una gran cantidad de colillas, plásticos como envolturas, PET, HDPE, bolsas, contenedores de detergente, pañales, alfombras, ropa, rines… y la lista se hace larga. En total logramos captar casi media tonelada de todos estos objetos. Los números impactan, particularmente pensando que no alcanzamos a cubrir ni un cuarto de la presa.

Nuestro círculo de voluntarios y amigos en el Día Mundial de los Océanos.

Nuestro círculo de voluntarios y amigos en el Día Mundial de los Océanos.

Este tipo de limpiezas, fuera de lograr librar al territorio de los desechos y contaminantes ya que no son realizadas de forma constante y continua, tienen una gran capacidad de sensibilizar y concientizar. Ser conscientes es el primer paso necesario para lograr dar el paso hacia acciones concretas. Nos dió mucho gusto contar sobre todo con la ayuda de jóvenes, quienes representan el futuro tanto de nuestro país como a nivel mundial.Estos jóvenes son quienes van a impulsar a México hacia decisiones más verdes, más conscientes. Nos complace poder compartir nuestra preocupación y plantar esa semilla para el cambio, comenzando con acciones personales. ¿Qué consumo?¿Que vale la pena comprar? ¿Qué alternativas existen?

Todo comienza en nuestro círculo cercano, una vez que se han identificado cuáles son las alternativas a nivel personal que se pueden efectuar, podemos influenciar a más personas. Tanto a amigos, papás, compañeros de la escuela o el trabajo son a quienes podemos contar nuestras experiencias y preocupaciones. Muchas veces es posible escuchar que el cambio de una persona realmente no va a generar ningún impacto sobre el planeta. Sin embargo la idea que podemos plantar en otras personas sí puede transformar nuestra actual situación a largo plazo. Aquella idea, acompañada de nuestro ejemplo es muy poderosa y el propósito es expandirla a nuestra gente cercana y que posteriormente ellos puedan hacer lo mismo, creando una red de concientización.

La Presa del Capulín desgraciadamente aún permanece altamente contaminada con todo tipo de residuos y queda un largo trabajo por hacer. No obstante este tipo de experiencias pueden impulsar a los mismos vecinos locales a tomar cartas en el asunto y apropiarse de sus espacios y ocuparse de su bienestar. La contaminación de este lugar no es un tema nuevo, han habido muchas ocasiones en que han habido quejas de la comunidad y si es visible la preocupación de los vecinos.  Igualmente como ya se mencionó antes los jóvenes pueden sacar gran provecho de este tipo de eventos, entender las problemáticas de su ciudad, poder contribuir a generar un impacto a nivel local y en un futuro apostar por alternativas a plásticos de un solo uso y otro tipo de desechos.

Pronto organizaremos más limpiezas en diferentes espacios. ¡Estén atentos!