Creando acción comunitaria ambiental en Durban, Sudáfrica
Situada en el borde occidental del Océano Índico, con el puerto marítimo más grande del África subsahariana, Durban, Sudáfrica es famosa por sus playas vírgenes y su vibrante vida marina, así como por las audaces organizaciones que trabajan para protegerlas.
Lea la historia sobre el primer nado humano de Sarah Ferguson alrededor de la Isla de Pascua.
Entre estas instituciones destaca Breathe Ocean Conservation. Fundada por la nadadora de resistencia en aguas abiertas de renombre internacional Sarah Ferguson, quien una vez nadó por toda la Isla de Pascua para crear conciencia sobre la contaminación plástica, Breathe ha ganado reconocimiento como líder en la conservación de los océanos en todo el mundo. De hecho, Durban fue nombrado recientemente uno de los socios fundadores de #BlueCommunities de Plastic Ocean International, debido al increíble trabajo de Breathe. Pero, ¿cómo es exactamente este trabajo?
Visita la playa de Vetchies en Durban un sábado por la tarde, y entre los pescadores, buceadores y surfistas, encontrarás docenas de buceadores preparándose para nadar hasta el arrecife de Vetchies. El arrecife, que alberga una gran variedad de plantas y animales, enfrenta daños permanentes debido a la contaminación plástica del cercano río Umgeni y un puerto adyacente. Pero ahí es donde entran los buceadores de Breathe Ocean Conservation.
Junto con la Universidad de KwaZulu Natal (UKZN) y Zebra Shark Adventures, la ONG ambiental ha estado liderando la limpieza de arrecifes para proteger uno de los ecosistemas marinos más ricos de Sudáfrica: a pesar de su diversa fauna, corales, lapas y varios peces tropicales, el arrecife alberga una de las mayores poblaciones de mejillones submareales a lo largo de la costa.
“Nuestras limpiezas involucran un gran componente educativo”, explica la fundadora Sarah Ferguson. “Enseñamos a los participantes cómo limpiar el arrecife, qué vida marina pueden esperar ver y nos enfocamos en una contaminación específica por mes para tratar de educar al público sobre por qué termina en el océano. Para aquellos que no se sienten cómodos en el agua, tenemos una caminata guiada por la playa donde los participantes pueden limpiar la playa mientras aprenden sobre las criaturas de la orilla arenosa y el impacto devastador del plástico de un solo uso en el medio marino “.
Breathe lleva a cabo una variedad de programas en Durban durante todo el año.
A pesar de tener un impacto positivo, Ferguson sostiene que las limpiezas de playas son, en muchos sentidos, un último recurso e insiste en que el cambio real debe llegar de manera más proactiva. Con eso, Breathe ha desarrollado un plan de acción multifacético que esperan pueda mitigar la contaminación plástica en la fuente. Cuando no están haciendo campañas sobre la conservación de los océanos en las escuelas locales, o como enlace entre proveedores sostenibles y restaurantes locales, Breathe es reconocido mundialmente por organizar competiciones de natación de resistencia en aguas abiertas para crear conciencia sobre los impactos de la contaminación plástica.
Además, se han convertido en líderes en la recopilación de datos sobre contaminación en Durban.
“Todos los meses recopilamos estadísticas para que al final de año tengamos una comprensión decente de la mayor parte de la contaminación acumulada a lo largo de la pared del puerto y el arrecife, así como la época del año, las condiciones del océano, etc.” dice Ferguson. “Luego podemos ir a los productores y alentarlos a pensar de manera diferente sobre lo que ofrecen”.
La colaboración, de hecho, es fundamental para la visión de Breathe. Fue este espíritu el que impulsó su reciente decisión de asociarse con Plastic Oceans International como parte de su audaz iniciativa #BlueCommunities, un movimiento que conecta a grupos de activistas en las comunidades costeras para crear un cambio socioeconómico y ambiental impactante.
“Es importante para nosotros ser parte de una comunidad más grande de organizaciones de ideas afines, ya que creemos en la colaboración para una causa mayor”, explica Ferguson. “Podemos tener un impacto mucho mayor actuando juntos”.
Con esta asociación, es seguro decir que Breathe Ocean Conservation solo está comenzando. Ciertamente, tienen mucho trabajo por delante, con más de cinco billones de piezas de plástico que actualmente contaminan el océano, y millones más se agregan cada día. Pero como nos recuerda la iniciativa #BlueCommunities, los movimientos locales están liderando la contracarga, y Breathe es sin duda un modelo entre ellos.
Isaiah Maynard es un escritor estadounidense que cubre temas ambientales para una variedad de publicaciones y es parte del equipo de Periodismo Ambiental en Ninth Wave.
