Una serie sobre la investigación científica en el Golfo de Corcovado

Primera entrada sobre la investigación científica sobre la continua y silenciosa contaminación en sitios poco explorados. En este blog dividido en varias partes les cuento sobre los resultados de la investigación que he realizado en el norte de la Patagonia. Este proyecto comenzó en abril de 2019 y espero terminarlo durante 2020. En esta primera parte, les contaré más sobre por qué fui allí y lo que esperaba encontrar.

El comienzo 

Recibí una invitación de Haka Honu (marca chilena consciente), para ser parte de un documental que busca mostrar áreas desconocidas de la Patagonia chilena. Qué ofrece este territorio (de pueblos nómades chilenos ahora extintos) en términos de surf, conocer sus vulnerabilidades y cómo un área conocida mundialmente como “prístina” convive junto con el plástico en sus aguas y en sus costas.

La preparación

Me embarqué durante dos semanas como parte del equipo de la expedición Plastic Oceans International y Haka Honu, en áreas remotas e insulares del archipiélago de los Chonos para llevar a cabo investigaciones científicas sobre la contaminación por plástico.

Para esto me preparé durante meses, estudiando sobre los fiordos, la geografía de Patagonia norte insular, cuáles eran las amenazas en el área y sus corrientes marinas. Preparé todo el equipamiento que me permitiría hacer los estudios. Y evalué qué era lo que tenía que responder durante y después del viaje. ¿Cuál es el mejor protocolo para obtener plástico desde la superficie del océano? ¿Qué sucede con la basura flotante en esos territorios? Encontré varias posibles fuentes de plástico en el área insular de la Patagonia, pero tenía que estar allí para confirmarlo.

Patagonia Norte

Foto: Camila Ahrendt

El 10 de abril del año 2019 finalmente puse un pie en el ‘Tifarra’, un barco de 26.6 mts que sería mi hogar y laboratorio durante las próximas dos semanas. Una vez en el barco, partiendo desde el puerto de Puerto Montt para acercarse a las islas y al mar abierto, la vida salvaje que vimos durante la expedición fue fascinante. Delfines, ballenas, pingüinos, grandes bandadas de aves marinas e incluso organismos bioluminiscentes. Fue interesante ver cómo la vida silvestre y también la flora interactúan con la invasión del plástico.

Hubo varias instancias en que lo ví con mis propios ojos. En el barco tuve la oportunidad de abrir estómagos de peces, encontrándome con pequeñas bolitas de plástico y fibras del mismo material. También vi a las aves picotear entre las redes de pesca desechadas. Después de una tormenta, recogí muestras de agua y ¿qué encontré? Zooplancton mezclado con mucha plumavit (PS). Seguramente el agua se mezcló mucho durante la tormenta, y el plástico encontrado fuera plástico resuspendido.

Plástico

Y ahí estábamos en el barco, en un área relativamente inexplorada de la Patagonia chilena, rodeada de

Foto: Camila Ahrendt


naturaleza y sin humanos viviendo cerca (la gente rara vez visita los lugares donde fuimos porque es costoso y difícil llegar) y aún así, había una cantidad enorme de contaminación por plástico, que aparecía en todas las formas y tamaños (macro, micro y nanoplásticos). Pero esa es una de las principales razones por las que hay tanto plástico en esas aguas, porque casi nadie va a estos lugares de manera regular y hay menos posibilidades de limpiar las playas e islas del plástico que viene navegando por varios kilómetros. Además, las empresas que tienen concesiones no suelen ocuparse de sus desechos. No existen sistemas eficientes de gestión de residuos plásticos en el medio de islas y fiordos. Fuimos testigos de primera mano de cómo estas increíbles playas están siendo contaminadas silenciosamente, afectando profunda y negativamente a los ecosistemas.

 

Basura marina flotante: el estudio

Foto: Francisco Herrera

Actualmente estoy trabajando en un estudio científico que busca comparar la cantidad de basura marina flotante (BMF) observada durante la expedición, con estudios realizados hace 10 años en la misma área geográfica. 

Uno de los componentes principales de la basura marina son los plásticos. Algunos desechos se hunden inmediatamente en el fondo del mar, mientras que otros pueden flotar durante semanas o meses, moviéndose a merced de las corrientes superficiales y el viento, y posiblemente interactuando negativamente con la fauna residente o migratoria.

Conservación

Está claro que estas áreas remotas de la Patagonia no están tan protegidas como deberían estar. Es necesario mejorar la legislación y fiscalización para garantizar que la industria local (principalmente la acuicultura y mitilicultura) se ocupe de sus propios desechos. Debe haber planes proactivos para la gestión de los residuos y la prevención de la contaminación por plástico, no solo esfuerzos reactivos. Es necesario proteger la Patagonia insular, porque es un punto clave para la conservación de la biodiversidad. En sus aguas existen rutas migratorias, áreas de descanso y alimentación para la vida marina. Y el plástico no debiera pertenecer a esa ecuación.

FOTO TITULAR: Pablo Jimenez


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