Esta semana invitamos a los chicos de Qactus a escribir un blog sobre su trabajo!
La impresión 3D llegó a revolucionar la forma en que se producen y compran las cosas, puesto que permite fabricar objetos de manera local, personalizada y a bajo costo. El 25% de crecimiento anual que se mantendrá hasta el año 2023 indica que será una de las tecnologías protagonistas del futuro cercano y una importante fuente de oportunidades para industrias tan distantes como la salud, la moda o los alimentos.
Actualmente, el insumo principal para la impresión 3D son filamentos plásticos, principalmente ABS (interior de autos, refrigeradores) y PLA (biopolímero usado en envases de alimentos). Solamente en Chile se venden alrededor de 20 toneladas de filamentos para estas impresoras, los cuales llegan inevitablemente a la basura una vez alcanzan su vida útil. Si bien esta es aún una cantidad baja en comparación con los desechos de otras industrias, el crecimiento de la tecnología augura un enorme aporte de plástico a vertederos y mares en pocos años. Y la pregunta es, ¿habrá alguna forma de evitar este panorama? Creemos que sí, siempre y cuando logremos convertir a la impresión 3D en una tecnología circular.
En Qactus detectamos este problema/oportunidad, y desarrollamos un sistema de reciclaje dirigido a esta tecnología. Recolectamos, en primer lugar, los residuos plásticos desde Fablabs, universidades y empresas. Luego, los procesamos en nuestro taller para convertirlos en nuevos filamentos que podemos vender en el mercado nacional y, dentro de poco, internacional. De esta forma, la impresión 3D es un ejemplo de la aplicación de la economía circular, al convertirse en la primera tecnología autosustentable y basura cero. Como buscamos que toda la comunidad 3D se sienta motivada a ser parte de este propósito, una parte fundamental del sistema se basa en que quien recicle tenga beneficios directos por hacerlo, en principio como descuentos en nuestros filamentos. El objetivo es que reciclar no sea deseable, sino irresistible.
Actualmente formamos parte de la generación 20 de Start-Up Chile. Con este fondo estamos impulsando nuestro sistema de reciclaje a lo largo del país. Por otra parte, trabajamos con Fablab Inacap, quienes nos han acogido otorgándonos espacio y asistencia para el desarrollo de nuestra parte productiva. Además, trabajamos conjuntamente con el HUB Providencia, quienes nos han ayudado extensamente desde que iniciamos el proyecto. El incondicional apoyo de estas tres instituciones (aparentemente distantes) nos ha demostrado que en Chile se está realmente impulsando el emprendimiento y la innovación.
Sabemos que la contaminación por plástico es una de las grandes problemáticas que enfrentamos como humanidad, y solucionarla requiere acciones contundentes y globales. Es por esto que consideramos fundamental el trabajo de organizaciones como Plastic Oceans Chile, pues son los encargados de hacernos a todos parte del problema a la vez que de su solución. El encuentro que tuvimos hace pocos días con el equipo de Plastic Oceans Chile nos recargó de energía, pues nos muestran cómo grandes organizaciones no están dispuestas a conformarse con un futuro plagado de plástico.
Sí, solucionaremos el inmenso problema del plástico, y lo haremos de la mano de las tecnologías del futuro y de la economía circular.
Por: Héctor Loyola, cofundador de Qactus y director de comunicaciones.
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