Hay algo innegablemente majestuoso en el movimiento deliberado de una tortuga. Ya sea que se trate del lento y sereno rastreo de una tortuga o de la tranquila facilidad de una tortuga marina en el agua azul, la presencia de estas criaturas nos sorprende con una especie de antigua familiaridad, cautivando nuestros corazones y mentes.
There is something undeniably majestic about the deliberate movement of a turtle. Whether it is the slow, composed crawl of a tortoise, or the quiet ease of a sea turtle in blue water, the presence of these creatures strikes us with a kind of ancient familiarity, captivating our hearts and minds.
La demanda de equipos de protección personal nunca ha sido tan alta. Con la pandemia de coronavirus, gobiernos y agencias como la Organización Mundial de la Salud (OMS) están aconsejando al público que se equipe con mascarillas y otros equipos esenciales para limitar la propagación del COVID-19. Si bien han demostrado su eficacia en la lucha contra el virus, también corren el riesgo de ser desechados incorrectamente, entrar en nuestras aguas y agravar el ya inmenso y creciente problema de la contaminación de los océanos.
The demand for personal protective equipment has never been so high. With the coronavirus pandemic, governments and agencies like the World Health Organization (WHO) are advising the public to equip themselves with face masks and other essential gear to limit the spread of COVID-19. While they have proven effective in the fight against the virus, they also run the risk of being disposed of incorrectly, entering our waters and adding to the already immense and still ever-growing problem of ocean pollution.
Mountains of infectious waste, including huge piles of abandoned coffins and tons of hospital waste, are popping up in Mexico in the middle of the coronavirus pandemic. Authorities announced that they had found 3.5 tons of hospital waste dumped in the forests outside Mexico City (the few lungs that citizens of the capital have), as well as 6,000 cubic meters of medical waste piled up in clandestine dumps, overflowing from trucks and buildings.
¿En verdad existirán personas que no produzcan basura? ¿Cómo coexisten en sociedades completamente sumergidas en el consumo desenfrenado y excesivo, donde con frecuencia el valor agregado de las personas suele ranquearse de acuerdo a sus cosas y posesiones?
Are there really people who don’t produce garbage? How do they manage to live in extremely consumerist societies, where often people’s value tends to be ranked according to their possessions?
Una colilla tirada al suelo, un envoltorio de chips tirado en la calle, los cubiertos de plástico que decidiste recibir con tu comida rápida, en la basura… son acciones que sucedieron en segundos, pero su historia no termina ahí. Esa decisión que tomaste rápidamente, tendrá impacto por cientos de años en el ambiente. Pero todo puede cambiar creyendo en el poder de tus acciones. En este blog te comparto información y reflexiones que me motivaron a hacer un cambio, ¡y espero lograr motivarte!
A cigarette butt in the floor, a candy wrapper dumped on the street, the plastic cutlery that you received with your fast food, in the trash… actions that happen in seconds, but their history doesn’t end there. That quick decision that you took will stay in the environment for hundreds of years. But everything can change if you believe in the power of your actions. In this blog I share with you information and thoughts that lead me to make a change, and I hope to encourage you to do it!
Durante estos tiempos difíciles, creo que muchos de nosotros hemos tenido un momento para pensar en las decisiones que hemos tomado en los últimos años para terminar donde estamos ahora. La carrera que elegimos, la familia que tenemos, la casa (y el país) donde vivimos y también, ¿qué haremos una vez que todo esto termine? ¿Cuántas veces he leído y escuchado “No puedo esperar a que las cosas vuelvan a la normalidad” … bueno, venimos de una crisis climática y ambiental, por lo que preferiría no volver a eso.
